viernes, 19 de junio de 2009

PAPEL HIGIENICO O LA INSOPORTABLE LEVEDAD DEL SER

Uno de esos días que estas en compañía de los amigos, en un bar de parada habitual, me acerqué al WC , por aquello de dar debida cuenta de las, varias, cañas que previamente había ingerido. En esa posición altiva, en la que no queda más que observar el “rico” mobiliario, así cómo contar azulejos u observar los cúmulos de pelusilla que se agolpan entre las rejillas de extracción de aire, me fijé en un elemento habitual en estos lares que es el soporte del papel higiénico, en este caso se trataba de un largo tubo en el que al menos 6 rollos se agolpaban uno encima del otro circundando dicho tubo.

Lo que realmente me llamó la atención fue que los 6 rollos estaban usados, casi acabados, y me puse a divagar sobre que fenómenos sociológico genera este insignificante y ala vez peculiar efecto. ¿Sucedería en más lugares?. Imaginaba al españolito medio reaccionando después de realizar sus deposiciones observando perplejo la abundancia sin igual de papel enrollado. Pensando… ¿de cual cojo? ¿del de arriba? ¿del de abajo? O mejor, ¿saco largas tiras de papel de todos ellos apostando en mi interior cual será el rollo que se termine primero?.

Esta interesante disertación se la solté a los compadres que seguían tomando cañas conmigo, entre todos decidimos que eso forma parte de este, tan nuestro, carácter latino. Un alemán seguro que lo sacaba del de arriba y a medida que se le iban terminado iba descendiendo por el tubo de forma ordenada.

 Paso un buen rato y la conversación derivo por otros derroteros de menos altura sociológico – escatológica, por cierto, costumbre también muy española, hasta que unos de los compadres volvió de la Toilette con una gran sonrisa que reflejaba la misma satisfacción que sientes cuando realizas un sudoku de gran dificultad, y , orgulloso nos comento que por fin había descubierto el por qué estaban todos los rollos usados.

Nos comento que, en ese servicio se habían terminado las toallas de papel, y que después de lavarse las manos, busco en el WC para coger algo de papel higienico y poder secarse, por supuesto sacó, por una mera cuestión de ergonomía de altura de los rollos superiores y de nos dijo que, fijándose los dos rollos del centro eran los que gozaban de mas abundancia de celulosa y los de debajo de menos, así que llegó a la conclusión que los que depositaban sus flores cogían  de los rollos de abajo y los que se lavaban las manos de los rollos de arriba.

Moraleja: No hagas estudios sociológicos cuando bebes cañas, por cierto, a los alemanes no se le terminan las toallitas de papel…

 

No hay comentarios: